La inmediatez y la impaciencia, quizá sea así como mejor se definiría actualmente la forma de ofrecer comunicación. Queremos saberlo todo ya, casi antes de que pase, y rápido, para dar lugar en nuestra mente a la próxima noticia. Quizá esto no tenga mucho que ver con el Día del Libro, día, por otro lado, que siempre me ha entusiasmado festejar, aunque, a mi entender, el libro, el papel, ha dado paso al formato electrónico, en muchas situaciones, que, no hay que negarlo, tiene sus ventajas, pero también hacer perder esencia, y mucho.
Igual que la prensa en papel está ya casi en desuso, para mi total desconsuelo y seguro que el de muchos, el libro, con sus tapas, su olor, sus páginas, hasta su sonido, ha pasado a un segundo plano y por la supuesta comodidad de no tener que llevarlo encima, de poder llevar en un único dispositivo cientos de libros a la vez, se ha sustituido por el e-book.
No dejemos que eso pase, sigamos leyendo, pero leyendo de verdad, en los libros, sigamos pasando páginas, subrayando a lápiz, comprando libros, visitando las librerías, las bibliotecas… Es un mundo apasionante que no podemos permitir que desaparezca y del que, además, vive muchísima gente.
Esto no es un alegato contra los e-book; entiendo la comodidad, entiendo que muchísima gente los utilice, sé que las nuevas tecnologías han llegado para hacernos la vida más fácil, pero por favor no los sustituyamos por los libros, hagamos que convivan juntos.
FELIZ DÍA DEL LIBRO. 23 DE ABRIL.